El arzobispo agradece a los docentes su “misión” y les anima a ayudar a los niños a encontrar “el sentido a su vida”

  • Monseñor Julián Barrio inauguró las Jornadas de Pastoral de Escolas Católicas e invitó a  “recuperar el Primer Anuncio y situarlo en el corazón de nuestra pastoral”

El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio participó hoy, día 1 de febrero, en las Jornadas de Pastoral organizadas en Compostela por Escolas Católicas, una cita que se desarrolló en el Auditorio Abanca de la capital de Galicia. Estas Jornadas de Pastoral estaban abiertas a la participación de todos los agentes de pastoral de los centros: profesores, personal de administración y servicios, familias, juventud animadora de comunidades cristianas, catequistas o monitores de grupos juvenil.

En su intervención de apertura de este encuentro, el arzobispo de Santiago agradeció a todos los asistentes “la misión que están realizando” y dijo que el lema de la jornada, “Pinta Vida, transformando a pastoral na Escola”, “anima a dar color a la vida en un campo tan significativo como es el acompañamiento pastoral en la escuela”. Monseñor Barrio indicó que “no debemos olvidar que el sentido último de la persona se encuentra  fuera de ella misma, se encuentra en Cristo y en la apertura a los otros”. Y señaló que la misión de los educadores pasa por ayudar a los niños y jóvenes a “encontrar el sentido a su vida”, recordando que “la educación está por encima y va más allá del ámbito escolar”.

En su intervención monseñor Barrio comentó que “en este tiempo consideramos a la persona en una situación de emergencia” y añadió que la “emergencia es el desconcierto que separa hechos y significado, dejando la  vida en manos del gran azar. La fe, en demasiadas ocasiones, se ha  convertido en algo poco real. La visión cristiana genera un juicio cultural y una experiencia de vida significativa para todos, siendo imprescindible el diálogo basado en la razón común”.

Indicó, además, que “el cristianismo es una propuesta que cambia la vida humana con una orientación absolutamente nueva”. El arzobispo compostelano reconoció que “aunque un joven estudie en un centro católico, acuda a clase de religión, o haya culminado el proceso de iniciación cristiana no quiere por ello decir que sea un joven cristianamente comprometido, ni mucho menos convencido”. Por ello, apostó por “recuperar el Primer Anuncio y situarlo en el corazón de nuestra pastoral”, tal y como propone el papa Francisco en Evangelii gaudium.

“Tenemos el deber de anunciar el mensaje cristiano sin excluir a nadie, no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, u ofrece un banquete deseable. La Iglesia no crece por proselitismo sino “por atracción”, finalizó su intervención el arzobispo.

En la apertura de las jornadas acompañaron al arzobispo, Juana María Otero Torres, secretaria autonómica de Escolas Católicas Galicia, y Mercedes Méndez Siliuto, directora del Departamento de Pastoral de Escolas Católicas.

Las jornadas tuvieron cuatro relatorios. El primero de ellos, dedicado a la exhortación Christus vivit, Implicacións das chamadas do Sínodo na Escola, corrió a cargo de Santiago Domínguez, miembro del Equipo de Pastoral Salesiana. Un segundo relatorio, Bosquexa os teus soños, Presentación dun proxecto para favorecer a cultura vocacional entre todos os membros da comunidade educativa, estuvo dirigido por Miguel A. Sanz, del Equipo de Pastoral de la Salle.

El tercero, Sente, imaxina, crea, Claves de Design for Change, Metodoloxía para involucrar a nenos, adolescentes e mozos no cambio social, tuvo como ponente a Miguel Luengo, de Design for Change España. El último de los relatorios, Creatividade en rede, Propostas para a evanxelización polas redes sociais e para aprender a aprender neste areópago cambiante, fue impartido por Xiskya Valladares, del Equipo iMisión. La clausura del encuentro corrió a cargo de María Jesús Ferreiro Millán, responsable autónomica de Pastoral y de Juan Manuel Buján García, presidente de Escolas Católicas de Galicia y actual provincial de los Franciscanos en la Provincia de Santiago.