El arzobispo invita al inicio de la Cuaresma a “quitar los maquillajes” y “entrar en nosotros mismos” para vivir en paz con Dios y el prójimo

  • Monseñor Barrio presidió esta tarde la Eucaristía del Miércoles de Ceniza en la Iglesia de Santa María Salomé

En su homilía en la Eucaristía del Miércoles de Ceniza, celebración que inicia el tiempo litúrgico de Cuaresma, el arzobispo compostelano, monseñor Julián Barrio, invitó esta tarde a los diocesanos a “entrar en nosotros mismos y ver donde nos encontramos”. Tras recordar que “el carnaval es tiempo de caretas, disfraces, ficción” y que “ahora toca quitar los maquillajes”, el arzobispo señaló que “no podemos vivir en paz con el prójimo si no se vive en paz con Dios” y que “los medios para nuestra conversión son oración, limosna y ayuno”. Monseñor Barrio presidió esta celebración eucarística en la Iglesia de Santa María Salomé por segundo año consecutivo debido a las obras de restauración en la Catedral compostelana.

“El tiempo litúrgico de la Cuaresma da paso al Triduo Pascual en el que celebramos este misterio, núcleo de la fe cristiana, afirmando que  para el cristiano la vida es Cristo”, indicó monseñor Barrio. En su homilía, el arzobispo recordó que “orar es acercarnos a Dios con todo nuestro ser: es el mejor medio que tenemos en el presente para agradecer el pasado” Y aseguró que “ayunar es renunciar a tantas cosas superfluas y vanas para dedicarnos a los necesitados material y espiritualmente. En este tiempo de Cuaresma tratemos de dar un verdadero paso adelante en la vida cristiana. No se trata de aparentar buena imagen, sino de vivir con coherencia bajo la mirada amorosa de Dios, evitando toda hipocresía”, explicó. “De manera especial en la Cuaresma la Iglesia nos llama a dar limosna que es una forma de compartir con caridad los bienes con los necesitados y que nos hace más humanos”, dijo.