Intervención de monseñor Julián Barrio en la celebración de los 50 años de cadena COPE Galicia

La celebración de los 50 años de cadena COPE Galicia es una buena oportunidad para agradecer la obra realizada y manifestar los deseos más esperanzadores de cara al futuro. Mi cordial felicitación.

Alguien ha escrito que la palabra sirve para ocultar el pensamiento, pero en realidad Dios nos ha dado la facultad de hablar como vehículo para comunicar la verdad interior. Sabemos que la radio es uno de “los maravillosos inventos de la técnica que mira principalmente al espíritu humano”. Los comunicadores y responsables de la comunicación en este medio van dejando la huella del pensamiento y de la palabra como el peregrino deja sus huellas en el camino, descubriendo cada día nuevos horizontes. En esa huella deben reflejarse la finura de espíritu, el respeto, la cordialidad y el amor a la verdad. Cuando se comunica un contenido erróneo no se contribuye a formar juicios justos y a tomar decisiones apropiadas. En el taller de la emisora los comunicadores son alfareros de la palabra que nacen en un río propio y desembocan en el mar de la sociedad. Y esto exige responsabilidad, honradez, creatividad y competencia profesional que garanticen la objetividad, el pluralismo y la libertad, valores que avalan la comunicación como servicio a las personas. “Si es difícil una objetividad completa y total, no lo es la lucha por dar con la verdad, la decisión de proponer la verdad, la praxis de no manipular la verdad, la actitud de ser incorruptibles ante la verdad”. “El que considera verdadero lo que es falso no es libre; el que afirma lo falso, manteniéndolo como verdadero, no es leal: y se puede faltar al respeto a la verdad tanto diciendo positivamente lo que es falso, como diciendo sólo una parte de la verdad, callando intencionadamente la otra”. Los profesionales de la Radio han de ser también comunicadores de lo importante por encima de lo interesante, preocupados por el interés público por encima del interés del público. No es un compromiso fácil: a veces es preciso ir contra corriente y se puede sentir soledad, incomprensión e incluso marginación.

La esencia de la comunicación no es la comunicación misma, sino la presencia de un rostro y de una voz, de una palabra y de una escucha. El oyente no es una simple unidad de consumo. “En la palabra humana habita el hombre. Ella es su morada”. A medida que progresa la organización técnica del mundo moderno, la verdad va cayendo cada vez más infaliblemente en el terreno de la organización, de las estructuras y de los métodos, y, por lo mismo, el conformismo se convierte en regla universal. Iluminar siempre, no infundir jamás la duda, no sembrar la confusión: todo ello favorece una civilización digna del hombre, inspirando una sociedad fraterna y solidaria en la que deben quedar plasmados netamente los principios y los valores del humanismo cristiano. El Papa en su mensaje a la COPE animaba a “no sucumbir a tentaciones, tan sutiles y  engañosas como la ambición, la vanidad, el dinero o la popularidad”. Son momentos proclives a un optimismo ingenuo o un pesimismo desesperanzado en cuyas redes no debemos caer. Es necesario interpretar en clave positiva los signos de los tiempos y asumir todo lo bueno y constructivo que el progreso nos ofrece para ponerlo al servicio de la humanidad. En este sentido la comunicación con equilibrio sosegado está llamada a afrontar los problemas de fondo de la existencia, abriendo la puerta a soluciones iluminadas por la sana razón y por la fe.

Estoy seguro de que con talento y talante los profesionales de esta Cadena contribuyen a compren­der mejor la realidad en que nos movemos, a construir a través de las ondas un puente para la fraternidad y la solidaridad, la justicia y la paz,  hilos con los que debemos tejer el tapiz de la existencia humana. La Comunidad gallega tiene mucho que agradecerle.

Mi felicitación cordial a todos los que hacen posible esta realidad de COPE Galicia. En medio del universo digital en que nos movemos, los profesionales de COPE –entre los que no quiero olvidar a técnicos y encargados de tareas administrativas- están convencidos de que la comunicación no es un hecho aislado, frío, ajeno a la naturaleza del hombre. Comunicar es poner en relación a personas, evitando que estas puedan convertirse en mercancía o ser instrumentalizadas. ¡Mi más cordial enhorabuena a toda la gran familia de COPE Galicia!