Las personas sin hogar demandan que “no haya más silencios, ni mas dolor ni más vacíos”

  • “Luchamos cada día por conseguir una buena acción, algo que aporte y no reste”.

La jornada de las Personas sin Hogar, celebrada hoy domingo, día 25, convocada por Cáritas, sirvió para denunciar que “No tener casa mata”, dentro del lema general en el que se demanda: “Di basta. Nadie Sin Hogar”. La situación sanitaria impidió que como en años anteriores y desde hace 28, se celebrasen actos reivindicativos protagonizados por las personas que no tienen hogar. El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio en una carta pastoral insiste en que “las condiciones de inseguridad y las dificultades para acceder o mantenerse en una vivienda generan en muchos casos problemas de ansiedad, de angustia, e incluso depresión”

Con motivo de la jornada el centro Vieiro de Atención Social Continuada, de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela hizo públicos los datos de la atención llevada a cabo. En lo que va de año atendieron a 231 hombres y 40 mujeres, registrándose un descenso del 75 por ciento en cuanto a las atenciones practicadas. El 74 por ciento de las atenciones fueron con españoles, siguiéndole   los comunitarios. En edad laboral, entre 16 y 64 años, fueron atendidas un total de 248 personas.

Alojamiento en el Seminario

Durante el tiempo de confinamiento por la pandemia personal del Centro Vieiro, de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela se encargaron del día a día del centro de atención que se instaló en el Seminario Menor de Belvis, cedido para este fin por el arzobispado de Santiago, donde se dio albergue a 24 personas sin hogar (23 hombres y una mujer). Los técnicos de Cáritas coordinaron los trabajos diarios y las atenciones que se prestaron a estas personas a través de un equipo formado por psicóloga, dos educadoras sociales, psicopedagogo y pedagoga.

Manifiesto

En varias ciudades de la diócesis personas sin hogar   dieron lectura a un Manifiesto para reclamar “programas efectivos para dejar de ser una nada y formar parte de un todo”.  En el documento nos recuerdan a todos que “una vez fui tú” y reclaman “a las autoridades la puesta en marcha de programas efectivos para que se nos rebautice de nuevo, para dejar de ser una nada y formar parte de un todo”. Insisten en que “luchamos cada día por conseguir una buena acción, algo que aporte y no reste. Peculiarmente la vida tiene su forma de corregir y nos ha enseñado al mundo entero que no debemos ir por el mismo camino por el que íbamos… no olvides nunca que yo, fui tú…”

Demandan que no haya más silencios, ni más dolor, ni más vacíos “la sociedad ahora comienza a intuir que bogamos los mismos mares y debe de entender que si remamos todos y todas, menos será el esfuerzo. Necesitamos proyectos reales de inclusión social, tratamientos médicos para los drogodependientes que abarque mayor espectro social”.

Propuestas

En la jornada quedó constancia de algunas de las propuestas que demandan las personas sin hogar:

–Es urgente una ley estatal de garantía de acceso a la vivienda donde se incluyan todas las situaciones de exclusión residencia y sinhogarismo.

–Es necesario incrementar el esfuerzo realizado por la Administración pública en materia de rehabilitación y mantenimiento del parque de viviendas, y promoción de vivienda en alquiler social de forma preferencial.

–Definir e implementar una estrategia específica de lucha contra la exclusión residencial/sinhogarismo,

–Continuar con la medida extraordinaria de paralización de desahucios y desalojos sin alojamiento alternativo en vivienda habitual en alquiler.

Junto a estas propuestas se pide a las Administraciones Públicas que garanticen una vida digna para todas las personas, recordando que la vivienda es la primera barrera de protección para preservar la salud, la vida y la dignidad. Al mismo tiempo lanzan un llamamiento a la sensibilidad y veracidad de los medios de comunicación a la hora de informar sobre la situación real en la que viven las personas sin hogar. Y al conjunto de la sociedad, invitan a promover y participar en espacios de trabajo en red con otras entidades sociales, y a velar por un sistema de protección social fuerte.