Mons Barrio preside el rito de admisión de tres candidatos al sacerdocio

El arzobispo de Santiago, mons. Julián Barrio, presidió este martes 18 de diciembre, la solemne eucaristía en la que tres seminaristas iniciaron el camino hacia el sacerdocio. Mateo Aguado Domínguez, Ernesto Antonio Gómez Juanatey y Mario Agustín Pérez Moya, fueron admitidos a las sagradas órdenes del Diaconado y Presbiterado en una ceremonia a la que también asistió el obispo auxiliar, mons. Jesús Fernández.

El arzobispo comenzó su homilía dando “gracias a Dios porque su misericordia se manifiesta en la decisión generosa de los tres candidatos, que acogen la llamada al ministerio sacerdotal ofreciendo su disponibilidad para ser enviados a predicar”. Insistió varias veces mons. Barrio en pedirle a los nuevos candidatos que no tengan miedo pues “Dios nos da en gracia lo que nos pide como misión”. También les pidió que vivan “con pasión la identidad cristiana” y que busquen la voluntad de Dios sin conformismos. Afirmó que las cosas de Dios, más que entenderlas, hay que padecerlas. En este sentido, recordando a san Juan de la Cruz, dijo que es necesario entrar en la sabiduría de Dios desde la espesura del padecer, y esa puerta es la cruz. Un misterio que hace que el cristianismo sea fácil de entender, pero no tan fácil de vivir.

En su reflexión sobre la lectura del Evangelio de san Mateo (Mt 1, 18-25) en la que se narra el nacimiento de Jesús, mons. Barrio destacó la fe de san José, “ejemplo de colaboración en el itinerario de la fe que debemos aceptar y recorrer para aceptar los planes de Dios. El plan de Dios es el que debe orientarnos siempre”. Concluyó el arzobispo repitiéndole a los tres candidatos a las sagradas órdenes que fuesen valientes porque “es la fe, la esperanza y la confianza en Dios lo que nos sostiene. Hemos de amar la voluntad de Dios como hizo Jesús”.